#4: Oración simple
Ella era una mujer feliz. Hasta que se enamoró por segunda vez. Obnubilada por las formas, se entregó de lleno a la experiencia de aquél muchacho. Ese día, el primero de muchos, devino lo peor. Fue el comienzo del Apocalipsis. Dejó el trabajo, sus amistades e inclusive olvidó a todos aquéllos caballeros que la cortejaban.
Durante meses, la lujuria se apoderó de su cuerpo. Fue impúdica.
Hasta que una mañana, una oración simple bastó para terminar con todo.
Jamás logró recuperarse del paso de aquél muchacho. Ni volvió a ser feliz.