Se llamaba Marco y cada quinto día de la semana observaba su caminar.
Se llamaba Venecia y todos los jueves pasaba frente a la casa de él.
Pasaron varios jueves o quinto día por la tarde, siempre ante la indiferencia de Venecia y el oculto amor de Marco.
Así fue hasta que, finalmente, él decidió acabar con el sufrimiento que lo embargaba.
Despertó un miércoles o cuarto día y la esperó durante horas.
Venecia nunca apareció.
Con el paso del tiempo, Marco olvidó.
Olvidó que el mundo no estaba perdido, aunque esa fuera la realidad.
Soundtrack: "Como el cangrejo", Iván Noble.